En una decisión trascendental, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal ha concedido al extitular de la extinta Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, una suspensión definitiva para llevar a cabo sus procesos penales relacionados con el caso Ayotzinapa en prisión domiciliaria. Murillo Karam enfrenta acusaciones por delitos graves, incluyendo tortura, desaparición forzada y contra la administración de justicia.
La resolución, emitida tras el recurso de revisión incidental 28/2024 interpuesto por Murillo Karam, marca un punto de inflexión en este caso emblemático. La medida implica una modificación en el lugar de cumplimiento de la prisión preventiva justificada, permitiendo que Murillo Karam, quien actualmente se encuentra en la Torre Médica de Tepepan debido a problemas de salud, continúe su proceso en un entorno más adecuado dadas sus condiciones médicas y edad.
El tribunal destacó que, según el artículo 166 del Código Nacional de Procedimientos Penales (CNPP), existe una excepción que autoriza la aplicación de la prisión preventiva en el domicilio del imputado o en un centro médico en casos donde el imputado sea mayor de setenta años o padezca una enfermedad grave, condiciones que se cumplen en el caso de Murillo Karam.
La decisión del tribunal resalta la importancia de considerar el riesgo de fuga en función de las circunstancias específicas del caso, más allá de meras presunciones. Se subraya que, aunque Murillo Karam cuenta con otros domicilios y ha ocupado cargos relevantes, estos factores no son determinantes para la decisión de cambiar el lugar de detención, sino que se centra en garantizar la efectividad del proceso judicial.
Ahora, el juez de la causa deberá establecer en audiencia pública las medidas de control necesarias para asegurar el cumplimiento de la prisión domiciliaria de Murillo Karam. Esta decisión representa un paso significativo en el desarrollo del caso Ayotzinapa y genera un importante precedente en el sistema judicial mexicano en cuanto al tratamiento de imputados en situaciones de salud delicada y avanzada edad.
Por Salvador Sánchez
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