Según las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la inflación en México continuará por encima del objetivo establecido por el banco central para el año 2024, alcanzando un 4.1 por ciento, y se espera que disminuya ligeramente para el 2025, situándose en un 3.2 por ciento.
Estas cifras, reveladas en el informe interino de perspectivas económicas de la OCDE, coinciden con las estimaciones de la Encuesta sobre las Expectativas de los Especialistas del Sector Privado de enero de 2024 realizada por el Banco de México. En dicha encuesta, se pronostica una inflación del 4.17 por ciento, un ligero aumento con respecto al mes anterior.
La OCDE señala que se anticipa un retorno de la inflación a niveles cercanos al objetivo en la mayoría de los países del G20 para finales de 2025, con un promedio esperado de disminución del 6.6 al 3.8 por ciento. No obstante, se prevé que la inflación en economías emergentes se mantenga generalmente más alta que en las economías avanzadas, con una proyección del 2.5 por ciento en 2024 y del 2.1 por ciento en 2025 para estas últimas.
Aunque se reconoce que una política monetaria más estricta ha sido implementada, los costos de energía y alimentos continúan siendo impulsores principales de la inflación en estas economías, según la OCDE.
En lo que respecta al crecimiento económico, el organismo internacional destaca que México ha exhibido signos positivos en algunos indicadores, manteniendo su previsión de crecimiento en un 2.5 por ciento para el año 2024, con una ligera disminución proyectada para el 2025, alcanzando un avance del 2 por ciento.
A pesar de la tendencia a la baja en la variación de precios en países como Brasil, India, Indonesia, México y Sudáfrica, la OCDE advierte sobre posibles riesgos al alza, indicando que es demasiado pronto para asegurar que las presiones inflacionarias subyacentes estén completamente contenidas en estos mercados emergentes.
Por Salvador Sánchez
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