El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha destinado más de 2 mil 805 millones de pesos en ayuda a la región de Centroamérica y el Caribe, incluyendo la implementación de programas como Jóvenes Construyendo el Futuro y Sembrando Vida, así como la contratación de cientos de médicos cubanos. Sin embargo, estas inversiones carecen de una rendición de cuentas transparentes.
El presidente celebró el año pasado la asignación de 150 millones de dólares para programas en El Salvador, Honduras, Guatemala, Belice y Cuba, destacando su éxito en la contención de la migración. Además, se reveló un acuerdo con Venezuela para proporcionar apoyo financiero a migrantes venezolanos repatriados, sumando más de 11 mil pesos por seis meses.
A pesar de estas acciones, la falta de transparencia ha generado críticas por parte de legisladores de oposición, quienes acusan al gobierno de apoyar "dictaduras bananeras" y de utilizar recursos de manera discrecional y opaca. Se han anunciado denuncias administrativas y penales por presunto desvío de recursos.
Este panorama de opacidad y falta de rendición de cuentas plantea interrogantes sobre el origen de los recursos utilizados por el gobierno para estas ayudas, lo que ha generado preocupación en cuanto a la gestión de los fondos públicos destinados a programas sociales y proyectos de desarrollo nacional.
Por Areli Rodríguez
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